A ella el viento la despeina pero ya no le importa lucir decente. Una lágrima rueda por su mejilla y con la siguiente ráfaga intento acercarme para secarle el rostro sin suerte. Rápidamente me detiene, saca de su bolso un pedacito de cinta y me vuelve a atar al alambrado donde me han colgado ese 15 de noviembre...
"Según dice la gente, los cuentos están hechos para dormir, yo no lo creo, yo cuento cuentos para despertar" (Najman de Breslov)
domingo, 8 de abril de 2018
Homenajes
viernes, 6 de abril de 2018
Habeas Corpus
Hace un par de días desapareció una abuelita en mi barrio. Salió a hacer las compras con su bolso como todas las mañanas y nunca más volvió. Cuando nos avisaron, todos los vecinos salimos a buscarla. El empleado de la verdulería donde ella solía comprar dijo que ese día llevó unas frutas y algunos tomates. Que le comentó que quería hacer una ensalada y que a su familia le encantaban las manzanas de postre. Al cabo de unas horas sin respuesta, la familia fue a la policía y después de buscar a la abuelita en unas cinco cuadras a la redonda, la búsqueda se dio por terminada. "A veces pasa", les dijeron. "Estamos en Argentina". ¿Qué es lo que a veces pasa? Preguntaron los familiares. "Esto. A veces pasa que las abuelitas que salen a hacer las compras no vuelven más. A veces pasa que desaparecen, que se las lleva el viento, como si nunca hubieran existido... y sólo queda de ellas el recuerdo de sus seres queridos".
Ahora la ciudad está empapelada con carteles que buscan el bolso de la abuelita. Ya investigaron las frutas del verdulero, trajeron científicos de todo el mundo para analizar los tomates y las manzanas, y me enteré también que planean cerrar la fábrica de bolsos...
Pero a las abuelitas... a las abuelitas se las lleva el viento...
(Cualquier parecido con la realidad es una puta coincidencia)
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