domingo, 8 de abril de 2018

Homenajes


Intenté abrazarla pero no pude. Día tras día se acercan decenas de personas a rezar, a esperar, asustados, una señal. Los he visto llorar. He escuchado sus historias, sus deseos más profundos, sus oraciones impregnadas de fe. Los he oído decir sus nombres. Hablar de héroes, de esperanza, de milagros. Y los he visto llorar. Madres, hermanos, esposas, novias, padres, amigos. 

A ella el viento la despeina pero ya no le importa lucir decente. Una lágrima rueda por su mejilla y con la siguiente ráfaga intento acercarme para secarle el rostro sin suerte. Rápidamente me detiene, saca de su bolso un pedacito de cinta y me vuelve a atar al alambrado donde me han colgado ese 15 de noviembre... 

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