Te vi tirar la toalla en la primera dificultad. Ya me lo habías adelantado tiempo atrás, cuando me confesaste uno de tus mayores defectos: "Me rindo rápido" dijiste, y no le di importancia, no había motivos para rendirse. Pero hiciste trueque con el miedo y abandonaste la partida a una casilla de empezar el turno. Un cobarde o un jugador. O un jugador cobarde. Cuando la suerte no estuvo de tu lado, revoleaste las fichas a tu antojo y pateaste el tablero terminando la jugada. "Prometeme soñar", te pedí. "Ya no es divertido, me rindo", respondiste. Y no pude hacer nada para cambiarlo.
El que se rinde pierde.
Y en este juego se necesitan dos.
María Eugenia Ulivarri Rodi
Me siento terriblemente identificado con este fragmento, llega a heridas recien cicatrizadas. No me rindo fácilmente, pero esta ves toco perder, porque en este juego se necesitan dos. Gracias por compartir!
ResponderEliminarGracias a vos por leer y comentar. Me alegra que te haya gustado :)
EliminarHermoso !!! Cosas del destino dirán... Pero hoy sucedió; en un partido de fútbol una situación para usar ésta breve historia. Muchas gracias!!!
ResponderEliminarQué bueno, Marcelo. Muchas gracias por tu comentario!
Eliminar